Desde el primer momento, el gobernador y candidato a diputado por Tucumán Primero, Osvaldo Jaldo, llevó el debate al terreno de la polarización. Hizo foco en Federico Pelli, el principal candidato de La Libertad Avanza que le pasó factura a Jaldo por haber sido parte del kirchnerismo. El mandatario sacó a relucir su vieja experiencia en las lides políticas y le puso pimienta al debate tantas veces como quiso. Por ejemplo, cuando le contestó a Pelli que fue empleado de la Legislatura que tanto denostan los libertarios. Sin embargo, la verborragia no encontró demasiado eco en sus contrincantes y, así, el debate pasó al terreno de las ideas y del guión que cada uno estudió con detenimiento para evitar un mal paso.

La testimonialidad de su candidatura es un hecho secundario para el tranqueño. Su postulación no es más que la corroboración de que él -y nadie más que él- es el capitán del barco justicialista que busca llegar a buen puerto en 2027. Nadie dice si habrá continuidad. La reelección siempre es una estrategia para conservar el poder. El peronismo lo viene haciendo desde que José Alperovich llegó a la gobernación, en 2003. De allí que no le entran las balas cuando alguno de sus contrincantes le recuerda que no asumirá la banca cuando sea electo. Como tampoco tiene pelos en la lengua para diferenciarse del propio presidente Javier Milei, a quien tildó de mentiroso cuando también embistió contra Pelli. El tranqueño incluye su comentario dentro del folclore electoral porque, hasta ahora -y tal vez después de las elecciones- es probable que siga siendo un “aliado estratégico institucional” del libertario porque la vida no se acaba el domingo 26 y porque hay que gobernar, al menos, hasta el 29 de octubre de 2027, cuando vence su mandato.

A juzgar por lo vivido en los anteriores debates, el de anoche fue la antesala de lo que se viene. Nadie quiso arriesgar más de la cuenta, más allá de lo que pregonan algunas encuestas que están dando vueltas por los distintos frentes electorales. “Tucumán Debate”, sin embargo, fue un capítulo de la película que se viene. Gran parte de los tucumanos cuentan con otra herramienta para definir su voto. El domingo 26 dará su veredicto. Jaldo puso todas su fichas en los comicios de medio tiempo, de la misma manera que lo hizo Milei. Las cartas están en la mesa. En el cuarto oscuro se encenderá la lapicera.